Yo tenía una colección de canicas
que entraban y salían en el “guá” que era un agujero de éxitos y fracasos al
aire libre muy alejado del “guasapp”, que es donde entran y salen
conversaciones sobrantes retenidas por la obligación consumista. Consumir viene
del latín y significaba agotar, desgastar. Y es que si no se agota la cabeza
para ver cómo narices terminar una conversación de “os veo muy bien”, qué
guapos estáis todos”, “qué hija más guapa es clavadita a ti”, “he visto al Fran hablando con la Sonia de
qué va”… Bueno, pues si no cansa ya agotar esas conversaciones qué decir de los
dedos de las manos. Mano viene de la raíz indoeuropea “eumares” (fácil de
manipular) De aquí sale “masturbar” (turbar con la mano) Gran palabra ya que se
pueden turbar muchas cosas con la mano, desde el teclado del guasap, una canica, las canas del pelo u otras al
aire.
Aunque esta palabra a quién más ha
turbado es a quiénes más la han censurado o prohibido; que prohibir viene de
retener y mantener lejos; y es que hay una fuerza enorme de atracción para
conseguir que lo que mantienes lejos con la mente lo realices constantemente.