24 diciembre 2021

Volando

A veces, un pájaro solo es un pájaro. Así que si tienes muchos pájaros en la cabeza lo más probable es que te pongas a volar. Solo es cuestión de encontrar las alas y ya no tendrás excusa.

La justicia en el mundo que castiga a quien tiene alas y no vuela. (Lorenzo Giovanotti)




Las nochebuenas de Hilario

Hilario prefería las noches emocionantes a las buenas. De esas que se sentaba con su amigo Aurelio a debatir sobre filosofía mientras echaba un ojo a Laura cuando traía el martini y su sonrisa.

Prefería un toque de resaca a una borrachera de fiesta, reunión a petit comité a el aburrido grupo, un apretón de manos a modo de compromiso y el perfume de una mujer como preludio de entrar a la habitación.

Ahora está jubilado y su amigo Aurelio se fue al viaje eterno, el bar es un locutorio y la gente está de nochebuena. Aún así, sigue entusiasmado. Prefiere las noches emocionantes a las buenas. Así que brinda con su amiga Rocío en esa nueva cafetería de cristales opacos y cascaras de mejillón por el suelo. Debate sobre filosofía con David, compañero de residencia de día y todavía percibe el perfume, sí, de esa mujer sin edad con la que escapa a mirar como las olas rompen en el viejo puerto.



20 diciembre 2021

Diez pasos para detectar una persona feliz en la actualidad

1) Suelen ser los buenos. Los demás (los tóxicos) les hacen la vida imposible.

2) Siguen los diez pasos para… y si no funcionan, es por los tóxicos.

3) Manifiestan su felicidad públicamente por si acaso alguien no se entera.

4) Los amigos que pierden es porque no avanzan al mismo nivel que ellos.

5) Son tan felices que se sienten especiales o espaciales o siderales…

6) No acuden a psicólogos porque tienen frases chulas o gurús que seguir.

7) Sonríen incluso si les caga una paloma en un traje recién estrenado.

8) Ante la adversidad se crecen tanto que se ponen a jugar al baloncesto.

9) En el fondo saben que si fuéramos como ellos mejoraría el mundo.

10) Pero se les ve tensos, muy rígidos, reprimidos, a punto de felici-explotar.



04 diciembre 2021

A veces me pregunto (primera parte)

¿Por qué los futbolistas, ante una falta inminente, se tapan sus testículos y no su cabeza para evitar una conmoción cerebral? ¿Puede que sean prioridades?

¿Por qué aplauden en un mitin político cuando habla el líder? ¿Tiene explicación semejante disparate?

Si me quejo de una dolencia ante alguien, ¿Cómo es posible que a ese alguien le duela cualquier cosa más o en el pasado sufrió mucho más que yo? ¿Tendré tanta suerte?

¿Por qué si te acuestas con alguien la primera noche que quedas, casualmente es la primera vez que hace eso y jamás lo había hecho antes una primera noche?

Los deportistas se hacen un nuevo corte de pelo ¿Los adolescentes lo copian pensando que les va a quedar muy bien?

¿Por qué hay gente que odia a los ricos a la vez que juegan a la lotería? ¿Se quieren convertir en odiosos?

Me han contado este chisme que te explico … desde luego “no sé cómo hay gente que cuenta estos chismes…”

¿Por qué levantamos los hombros cuando llueve y no tenemos paraguas? ¿Encogidos nos llegan menos gotas?

Si todos somos especiales… ¿No sería especial dejar de ser especial?

¿Cuándo van a corregir la afirmación "los niños siempre dicen la verdad"? Pero sin son máquinas de fabricar mentiras.

Cuando alguien dice “Yo lo tengo todo muy claro” ¿Hay que recomendarle alguna terapia?

¿Son los bebés las personas que más tonterías pueden escuchar a lo largo del día?

¿Qué pastillas para la ansiedad acabó tomando el inventor de la frase “Puedes con todo”?

¿Tengo que fingir que no finjo cuando finjo?



28 noviembre 2021

Uno mismo

Cuando oigo a alguien decir: “Hay que ser uno mismo” observo ese “mismo” y en algunos casos me echo a temblar y pienso: “qué bien le vendría empezar a ser otro”





25 noviembre 2021

El valor de rendirse

Aunque la oscuridad apriete

El cuerpo ceda

La cuesta se eleve…

Aunque se haga de noche

en cualquier camino

y te asignen malas cartas…

¡Ríndete a la realidad!

 

Si aparece el miedo

¡Hazlo con miedo!

Cede a la oscuridad

y podrás ver lo que encierra.

Acepta tus naipes

porque si los niegas

ya no juegas.

 

Báñate entre tiburones

porque verás sirenas.

Navega por el temporal

para llegar a idílicas playas.

Camina entre la tristeza

porque si le das la espalda

acorralará tu mente,

minará tu fuerza.

 

Para ser valiente

deberás rendirte

a lo que sientes

y hacer con ello

Tu trinchera.

Tu libertad.

Tu fuerza.

 

Con los troncos que dificultan

el camino

se hacen grandes navíos.

No eches el ancla.

ni amarres en puerto seguro.

Tú sigue.

 

Acude sin armadura a la batalla

pues tú eres tu enemigo

si no te rindes

a la vida

al cambio

al mundo que gira.

 

La carga es ligera

si crees en ti.

Eres libre.

No camines con lo esperado.

Ve trazando tu propia senda.

Para cortar el miedo.

Desplegar las alas.

Coger las riendas.


15 noviembre 2021

Descanso de uno mismo

Cuánta gente que no se rinde.

Ordenadita, con todo bajo control.

Buenos vecinos y con aspecto impecable.

Hasta el pelo revuelto lo llevan

perfectamente enredado.

Son luchadores, solidarios, sociables...

Un ejemplo a seguir, se dice de ellos.

Yo los miro desde la barrera,

Como a los toros.

Me dan un poco miedo, lo reconozco.

El día que me rendí,

que dejé de controlar,

empecé a tropezar

con muchos inviernos.

Me manchaba de barro.

Abría la puerta a la emoción.

Hasta abrazaba el caos.

Pero podía contemplarlo.

Darme cuenta de ello.

Y por dentro siempre era

Primavera.



09 noviembre 2021

Hoy es hoy

Arturo tiene ochenta y nueve años y tres vidas. Me dijeron que era parco en palabras y largo en sabiduría. Le pregunté sobre el secreto del sosiego que transmite, de la serenidad y la calma mental.

- Hoy es hoy -sentenció mientras seguía caminando con sus canas al viento.

- Pero hay mucha vivencia detrás que influye -insisto

- ¡Dejar ir! -asevera dando un golpe fuerte con el bastón en el suelo.

- ¿Y cómo se deja ir?

- Hoy es hoy

Seguimos paseando en silencio. Las hojas ocres se lanzan de los árboles, un niño llora porque no le cogen en brazos, se oyen saltos de agua del riachuelo, una mujer hace como que escucha a su pareja, cantan trinos lejanos...



21 agosto 2021

Anormalidad

 A veces se olvida que la “normalidad” es el cambio y el motor del sufrimiento es intentar resistir a los cambios.

Nunca ha habido vuelta a la normalidad, solo puede haber vuelta a… este momento.



18 agosto 2021

El ocaso de la autoayuda

El caso es que la autoayuda se ha convertido en moda, como la felicidad, la superación o los followers; literalmente seguidores. Digamos que la felicidad es inversamente proporcional a la superación de los pocos followers que les gusta la foto o tu vida entera que has retratado en la web.

Cuando algo se pone en mano de la moda se pervierte su significado y se instala en la confusión. Así pues, asistimos al espectáculo de gente en masa buscando esperanza, recitando frases motivacionales, cantando alrededor de árboles, repitiendo que los problemas no existen o fingiendo que han alcanzado un nivel (por supuesto superior) espiritual que otros no pueden entender, excepto su gurú o escuela de superdotados espirituales que saben que son un poco más especiales que el resto.

Todo esto nos lleva a una insatisfacción generalizada porque la motivación no llega ni tampoco la esperanza. Años de mantras y oraciones no han funcionado ni tampoco haber transcendido el ego si nadie está mirando la hazaña para felicitarnos.

¿Qué hacemos con la autoayuda entonces? No seré yo el que dé una receta mágica, pero si esperas estar libre de preocupaciones no vas a parar de sufrir. Lo único que hasta ahora ha funcionado es incluir las preocupaciones como el ruido de un avión si vives al lado del aeropuerto. Es decir, no tratar de no preocuparnos, sino de no darle tanta importancia a preocuparse, preocuparse por preocuparse; o preocuparse al cubo. ¿Difícil? Pues sí. El caso es que si una Suricata de la Sabana tuviera una preocupación humana y se hubiera leído varios libros de autoayuda de cómo afrontar el peligro del halcón y el acecho del chacal … seguramente no saldría de la madriguera a ver mundo; eso sí, con máster en autoayuda y superación animal.




26 julio 2021

Recuerdo ahoras

Recuerdo cada cambio de escenario a orillas del Ega, barcos hechos de juncos, barbos sin afeitar y escalada. Recuerdo las escapadas del colegio a la biblioteca para desaprender y los despistes que provoca el tener sueños. Aquellos intentos de “¿nos besamos?” temblando la voz y animándose el cuerpo. Recuerdo cada paleta de colores amarillos por tierra de campos; girasoles, adobe, gigantes de paja y barro, silencio.

Recuerdo esas clases en la universidad y esas otras. El discurrir de trabajos y el discurrir otros trabajos. Mis clases que no son mías, los alumnos, cada persona que me enseña.

Todavía recuerdo los pisos que compartí y las amistades que vivían allí. Recuerdo cada abrazo que se empeñaba en abrazarme. Recuerdo, vivo y me apasiono con los que están ahora aquí.

Aún me quedan aúnes un día escribí. La libertad que se puede compartir, cada brizna de hierba por aquellos caminos que recorrí.

¡Qué maravilla! ¡Qué maravilla! Siempre dice una maestra que la conozco desde que nací. Recuerdo muchas cosas, pero sobre todo recuerdo… que solo es posible estar aquí y eso está bien. Ahora es sinónimo de oportunidad, de siembra o de cosecha. Recuerdo ahoras incómodos que enseñan y ahoras que vivir.  

¡Qué maravilla! ¡Nos vemos por aquí!


14 marzo 2021

Aquellas pequeñas cosas

 Ella recibe un ramo de rosas hecho con alambres y se queda estupefacta.

-¿No tenías unas de verdad? ¿Dónde está aquí la fragancia? -protesta alzando sus retorcidas manos esculpidas por la artrosis.

- Son los alambres de la cama donde tantos años teníamos esa fragancia…

Le da las gracias con una sonrisa y se pierden entre las flores del jardín.


27 febrero 2021

Inmunidad de rebaño

Compartimos represión a raudales, somos rebaño en busca de líderes a los que echar la culpa, en busca de que nos digan qué hacer e incluso qué decir.

Estamos consiguiendo una inmunidad total a la persona que hay dentro y ya estamos instalados de lleno en nuestra carta de presentación: el cuerpo. Moldeado, retocado, el dios al que hay que adorar, así estás de guapura así eres.

No sólo eso, tenemos una inmunidad total a la verdad. De hecho, una persona que comete el atroz atrevimiento de vivir sin represiones varias, es una inmadura. Madurar es mentir, como no. ¡Qué atrevimiento eso de la libertad! Afortunadamente ya hay inmunidad y se da por sentado que la mentira es natural, lo “normal” Desde que nacemos vamos absorbiendo el programa del personaje para adaptarnos a la neurótica sociedad que nos recoge con los brazos abiertos siempre que estés inmunizado contra la verdad.

Tenemos esclavos de su ideología, matrimonios suspirando por un poco de affaire no permitido, evitadores de realidad absorbidos por conspiraciones o sectas, críticos con la educación hasta que enchufan al hijo, voceros de la ética censurando la voz, abdominales como currículum y tipazo al por mayor, traficantes de espiritualidad, adictos a la patria y censura de oferta.

Tenemos una inmunidad de rebaño inoculada por el miedo a lo real, al interior.

14 febrero 2021

Enamora... miento

Es curioso que haya día de los enamorados, teniendo en cuenta que es un estado de estupidez transitorio en el que, a lo mucho dos años después, uno se da cuenta si hay amor (esta palabra significa libertad) o búsqueda (una vez más) de ese estado efímero con otra fugaz persona que se preste a ello.

Así pues, una vez termina la dopamina de ver seres perfectos y la norepinefrina y serotonina de focalizar la vida en un solo goce… solo entonces puede quedar esa agradable complicidad de compartir mi libertad con tu libertad sin ser nadie de nadie. Ahí empieza el amor y no tiene día; tiene ahoras.  


06 febrero 2021

La nueva era

Todavía recuerdo cómo en los años ochenta las revistas de corte espiritual decían que el siglo 21 iba a ser la época del despertar, de un avance en el ser humano. Lo llamaban “La era Acuario”

Pues ya estamos en esa época. Después de fallar todas las profecías del fin del mundo de grupos apocalípticos, negacionistas y videntes que no ven más allá del dinero, nos plantamos de lleno en estos tiempos.

El machismo aumenta en los últimos diez años, la adoración a la imagen es el camino a la felicidad, se disparan famosos que cobran por contar a quién se cepillan, el cepillo de la religión no arregla el estancamiento de las Iglesias, agoniza la filosofía (bueno, directamente la quitan), el estereotipo chico es con tableta abdominal y el estereotipo chica es… el de siempre multiplicado por cinco operaciones. El yo es la apariencia, los libros son un entretenimiento muy lento, se triplica la ansiedad en la última década, se censura hasta la mirada y el clima está reñido con la producción de dinero.

Sobre el espíritu… nada de nada. Algunos se apropian de la palabra para otras intenciones y las prisas no permiten tiempo para semejantes temas. Supongo que todo esto será porque en 1999 no nos vacunamos. La vacuna de la realidad, del darse cuenta, de la empatía y el respeto, del gusto por la cultura, de lo lento y la paciencia, de la ausencia de represión, de la libertad del amor y del amar… la vacuna del humanismo.

Veinte años ya de este siglo y no se atisba una nueva era por ningún rincón de este ovalado (aunque plano según algunos; y para los revisionistas del lenguaje también algunas) planeta-eto.

"La humanidad, partiendo de la nada y con su solo esfuerzo, ha llegado a alcanzar las más altas cotas de miseria." (Groucho Marx)



25 enero 2021

Negacionismos varios

Hay un gesto común en los niños cuando se niegan a cualquier cosa con ahínco. Brazos cruzados y golpear el suelo con una pierna como si de ahí nadie pudiera moverles.

Esa es la idea, que no se cuestione mi argumento, mi creencia; quizás afinamos más si decimos mi MI.

Asistimos a un miedo colectivo tal, que aparecen por doquier decenas de grupos negando cualquier situación que produzca incomodidad y cambio en nuestras costumbres de vida.

El MI ha llegado a presidir nuestras vidas de tal manera que, hay que ponerlo a salvo, sea mediante conspiraciones que me hagan soportable la realidad, o sea mediante la obsesiva persecución de una eterna e imposible felicidad.

Así pues, tenemos negacionistas de realidades, vacunados exprés prevaricando porque pasaban por allí (y de paso su pareja), solidaridad de aplauso fácil y de olvido inmediato, ocupación sin ley y ley para el desahucio, protestas más intensas si “lo mío y solo lo mío” está en riesgo… y así podríamos seguir en este circo que tiene su origen en el MI.

La pataleta de los niños reafirmando su posición es la misma que tenemos los adultos reafirmando la palabra “mío” Y es que el problema de los adultos es… que se creen adultos.

22 enero 2021

Los libros no duermen

A los libros de la estantería del salón no les afecta el insomnio. Son ya las cinco. La cama parecía un barco a la deriva sin sueños, pesadillas ni timón. Hay una taza de té en la mesa con resaca, unas gafas a la espera de ojos y se oye ese ruido característico del frigorífico desde la cocina.

Tengo la curiosa sensación de que los libros están activos, parloteando entre ellos y trazando un plan contra los lectores. Yo descanso en una butaca sentado al lado de la estantería y casi puedo oír las historias que habrá ahí dentro. Cojo uno al azar. Es de cuentos cortos y leo la historia dialogada de un matrimonio con todos los síntomas de un matrimonio, pero narrado de un modo espléndido.

Ese es el secreto, el modo en que se transmite lo cotidiano puede ser emocionante si uno se fija bien.

En la calle las farolas, que también tienen insomnio, no enfocan a nadie. Están a la espera de una nueva escena que pronto pasará.



12 enero 2021

04 enero 2021

Nieblas pasadas

El cine tenía nombre de isla mítica, de continente perdido. La adolescencia es esa patria que nadie ubica, tierra de nadie, de quiero y no puedo, de “me da igual”, de egocentrismo sin el disimulo que vendrá luego, de caos.

Una temporada pusieron pelis de miedo. Entrábamos haciéndonos los valientes, una broma por aquí, una sonrisilla nerviosa por allá y las miradas a las chicas que, por supuesto, eran más valientes.

Recuerdo que se titulaba “La Niebla” en los años 80 y cada vez que aparecía la bruma, unas criaturas asesinas surgían y la mayoría mirábamos a través de los dedos entreabiertos de las manos. Poco a poco iban desapareciendo chicos del cine, con alguna excusa para hacerse los valientes, vamos, que no les quedaba otra que irse.

Eran tiempos de intermedio para coger palomitas, bebidas azucaradas y aplausos al final de la trama. El caso es que, una vez aguantamos hasta el final, salimos dos amigos del cine y ¡Había niebla en la calle! Mi casa, al final del pueblo, tenía un largo trecho como para ir solo envuelto en esa neblina después de sobrevivir a varios sustos. Así pues, me fui con mi amigo a su casa, donde el inicio de la adolescencia y sus miedos se curaban con un poco de pan con chocolate y un repaso a las aventuras que al día siguiente quedaban por recorrer.



01 enero 2021

A mi manera

Era una flauta echa con madera de roble y sonaba como… bueno, sonaba fatal. El niño insistía todos los días junto al lago y las notas salían al aire peleándose y espantando a los pájaros.

Un día, una vieja profesora de música se acercó al escuchar semejante estruendo y le preguntó si quería que le enseñara a tocar mejor. El niño le respondió que él ya tocaba muy bien.

Ella le pidió si le dejaba tocarla un rato. En el mismo momento que empezó la sintonía todo parecía ir bien, hasta algún jilguero se acercó y las aguas del lago se calmaron.

-Parece que no le pasa nada a la flauta, debe ser que el flautista necesita alguna que otra lección -concluyó la profesora en tono de ironía.

-Si no le pasa nada… ¿Me deja continuar con mi canción?