31 octubre 2022

Despertando

Para esperar un día soleado hay que comprender aquello que tapa la luz. En cuanto uno empieza a no dar importancia a todas las nubes que pasan por su cabeza, descubre que el sol jamás se había movido de ahí. A veces para llegar a la orilla hay que pisar charcos. El mundo no es como el filtro que nos imponen desde la infancia para verlo, es como es, tal cual, por mucho que lo edulcores. El caso es que tú lo puedes observar y reaccionar libre en consonancia con tu sol, con tu ser. Nunca serás lo que te pasa, sino aquella persona que observa lo que pasa, libre, que sabe apreciar la belleza porque acepta la decadencia, que incluye el barro para disfrutar del mar, que entiende que las nubes son pasajeras y el pasajero está esperando para despertar.





21 octubre 2022

Momentos...

Hojas lanzándose al vacío, dos enamorados antes de desenamorarse, ambulancias estresadas, pájaros que pajarean, esa mujer que finge ser feliz, Luis seducido por Doña Ginebra y el bar convirtiéndose en la casa del tabernero.

Solo tres personas en el cine, la película que te montas, montaditos de jamón en ese antro de luces, la farmacéutica sin prospecto en su vida, el increíble hombre que habla de emociones, policías entre la cortina de lluvia, el casco se hace viejo y no duerme la ciudad.

La cama de Adela no olvida a Patricia, el párroco invadido por el deseo, el libro perdido en la biblioteca, la historia que no cuentas, el presente que se presenta…

El escenario de la vida contando historias, los personajes salimos a vivir. 


20 octubre 2022

Encuentro con AFAMMER

Navegando por la vida

Mi barco pirata donde vivía todo al abordaje, las pistolas para desenfundar con decisión y aquel sombrero de donde, de forma mágica, salía el héroe que llevaba dentro.

Los viajes por el río explorando a lo Cousteau, mis novelas de Salgari y los comics de Verne, las cerezas que robábamos con alevosía, mi huelga de estudios y la biblioteca donde todo lo aprendí.

Cinco enamoramientos sin “mientos”, cuatro intentos de vivir como el Capitán Trueno, tres deseos que me vitalizaban, dos vidas paralelas y un sueño.

Los estúpidos que tanto me enseñaron, el avión hacia Londres con turbulencias y las turbulencias que tanto me gustaban cuando las conocí.

La realidad en vena, el alumno que aprende de alumnos, la hipocresía en el campo y en el campus de batalla, la cama con algunas ausencias y el bar que no me bebí.

Ahora vuelve mi barco pirata con un ejército de ideas, la biblioteca de la calle, mis novelas por vivir. Está la guitarra que me toca, las cerezas que me roban, el profesor despistado, mi huelga para no adaptarme, la cama sin ausencia y el ahora donde te conocí.


18 octubre 2022

Esa mujer de piel de hielo

Este poema sufre una crisis

existencial.

Le falta un Martini

a las cuatro y diez,

acompañado de aquella

mujer de piel de hielo

que ronda cerca de aquí.

A este poema le falta

ritmo, le sobran letras

y te necesita a ti.

A las cuatro y diez.

Lleva el de otoño, sí, ese

que te pusiste ayer que

no se veía donde terminaban

las piernas.

Yo llevo el chaleco

y el bombín…

Y sal ya del salón

que estoy destrozando

un poema en la habitación

esperando a que ese otoño

se caiga por aquí



17 octubre 2022

Decálogo para octubre

No necesito ser nada que no soy y mucho menos demostrar lo que valgo.

Nadie va a hacer una víctima de mí. Sobre todo, yo mismo.

Lo esencial no es el resultado sino el combate, la voluntad.

La opinión ajena es ajena. Punto.

No titubees. No huyas como un ratón asustado de la gente.

Los pensamientos están a mi servicio y no al revés. Cuida este punto.

No dependo de la felicidad. Mi estado es mío, inquebrantable.

Cuando llega el sufrimiento, abre la puerta al carácter.

O vas en serio a por ello o no vayas.

Si quieren que pienses como ellos… piensa que ellos como tú no te quieren.

 

Yo nado

Hay una orilla donde habita la tristeza.

A veces se encalla allí mi barco.

Entonces quemo las velas y nado,

da igual si me ahogo o me canso.

No importa si llego a la otra orilla.

Yo nado.

(Leonardo Resano)

 

El que quiere en esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos en su vida. (Quevedo)






 


13 octubre 2022

Allá donde el miedo no puede entrar

Soy libre, como un león despeinado que no va, sino es a matar; no me digáis que lo haga de otra manera, tengo la mía. Puedo cazar solitario por la sabana y si vienes conmigo iremos hasta el final o no iremos; allá, donde esas montañas a las que no puede visitar la muerte, donde la señora hipocresía no se lo puede permitir, donde el turista da media vuelta y el amor es un caballo desbocado para ti y para mí.

No puedo volar como el halcón ni correr como el guepardo, tampoco trepo como esos monos ni soy tan grande como el elefante… pero cuando muerdo, muerdo y cuando voy, voy.

Soy libre, estoy donde no pueden entrar las palabras, en el río que no cesa, con el lobo y el águila. Estoy con y no para, estoy siempre ahora y eternamente aquí.