20 diciembre 2007

Procesos de paz

Mientras los grandes líderes se reunían en un hermoso jardín para pacificar el mundo en el proceso de los procesos de paz jamás conocidos; mientras las mejores intenciones, en la vida imaginadas, estaban a punto de firmarse en el gran tratado; mientras se iban a reflejar todas las grandes ideas por escrito... una paloma, se sospecha que de la paz, dejó en forma de cagada su firma, más allá de procesos, intenciones, ideas... más acá de los hechos y realidades.
No puede haber cambio exterior sin el cambio interno de cada uno más allá de ideas y palabras

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy plenamente de acuerdo contigo, se necesita un cambio interno para poder mejorar, el porblema es ser conscientes de en que debemos cambiar, y esto, en la mayoría de los casos depende de nuestra concepción de la vida, de los valores que tenemos. es preocupante cuando delante de nuestros ojos aparecen seres perfectos, que todo critican, como por ejemplo estos procesos de paz, y que por incapacidad en algunos casos de asumir responsabilidades dentro de organizaciones sociales, sean cuales fueran, carecen del valor de estas negociaciones. La palabra clave desde luego es "cambio" pero tambien lo es responsabilidad con los demas.

Leonardo Resano dijo...

Lo de fuera es reflejo de lo de dentro. Todo proceso intenta cambiar lo de fuera, pero como el interior sigue igual, cualquier revolución externa está abocada al fracaso, así como cualquier proceso de paz (en oriente medio van decenas) si antes no se cambia el interior. Los conceptos son precisamente los que dividen (yo soy musulmán, tú ateo, tú budista... tú inglés, yo francés, yo de izquierdas tú... y seguimos dividiendo el mundo en parcelas.
Cada uno somos responsables de mejorar el mundo que nos rodea por donde nos movemos, eso es responsabilidad más allá de cualquier proceso que sirva para poner un parche durante uno o veinte años y luego volver a lo mismo.
La revolución interna y no externa (que es en la que se insiste) es la que cambiará el exterior (que no es sino el reflejo de lo que llevamos dentro)
Asumir responsabilidades es darse cuenta de las cosas que dividen, darse cuenta de la responsabilidad que tiene uno allá por donde se mueva. No basta depositar un voto o acudir a una determinada creencia y luego tumbarse en el sofá a ver cómo se reunen los grandes líderes a decir (por nosotros) más de lo mismo: buenas intenciones. Allá cada cual.
Es muy fácil pertenecer a una organización que dé sentido a mi vida y no está mal, es muy fácil delegar con un voto responsabilidad en otro, tampoco lo criticaré, es muy fácil pertenecer a cualquier grupo en el que apoyarse, es muy fácil manifestarse por la paz...
Es más difícil asumir la propia responsabilidad más allá de grupos, ideologías y organizaciones que te representen; y con hechos y no con ideas, de frente y con valentía... dar y dar y dar a los demás sin tener por ello que delegar responsabilidad en ningún grupo o proceso. Yo soy responsable, todos somos responsables, todos; es muy cómodo el grupo, pero más agradable es comprobar como, a veces, lo que das te lo das.
Asume tu propia responsabilidad estés donde estés, de hacer del entorno que te rodee un sitio agradable y pacífico, con hechos, asume esa responsabilidad y el exterior será reflejo de tus acciones y no harán falta procesos o parches que valgan.
Respecto a los seres perfectos que critican los procesos de paz, no sé... todavía no he visto a nadie de esa errónea especie, me interesan más los seres imperfectos (es decir humanos) que se interesan por los procesos de paz,los critican o los alaban.
Hagamos crítica, hagámosla. Si no hacemos crítica y autocrítica ahora... ¿Cuándo?
Responsabilidad es no delegar lo que uno mismo puede hacer más allá de palabras, ideas y conceptos.
Si empezamos ahora... el ahora se transformará.