15 noviembre 2021

Descanso de uno mismo

Cuánta gente que no se rinde.

Ordenadita, con todo bajo control.

Buenos vecinos y con aspecto impecable.

Hasta el pelo revuelto lo llevan

perfectamente enredado.

Son luchadores, solidarios, sociables...

Un ejemplo a seguir, se dice de ellos.

Yo los miro desde la barrera,

Como a los toros.

Me dan un poco miedo, lo reconozco.

El día que me rendí,

que dejé de controlar,

empecé a tropezar

con muchos inviernos.

Me manchaba de barro.

Abría la puerta a la emoción.

Hasta abrazaba el caos.

Pero podía contemplarlo.

Darme cuenta de ello.

Y por dentro siempre era

Primavera.



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