Era su segunda cita y ella le preguntó cuánto duraba un beso. El la besó durante dos minutos y ella volvió a preguntar con una pícara sonrisa: “¿Pero cuánto dura?”
Comprendió la pregunta cuando a la noche, solo en casa, el beso todavía se revolcaba completamente atemporal por su excitada mente.
1 comentario:
Un beso dura lo que tu mente tarda en reemplazarlo.
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