Cuando Gloria me dejó... me quedé sin pena, lo juro, pero también sin Gloria.
18 noviembre 2012
06 noviembre 2012
Tímidamente valiente
Ahí está, presidiendo ese banco del parque, tan bonita, tan femenina, cada vez que la veo me entra un no se qué, que qué se yo. Hoy he decidido sentarme al lado de su lado más cercano, de esa mirada que no me mira, de esas piernas tan largas y ordenaditas, de sus labios que leen un libro donde quiero aparecer de protagonista.
Me acerco. ¡Qué nervios! ¡Qué mujer! Cuando la veo mi corazón hace footing.
Silencio………………………………………..........................
Ahí se ha quedado, tan bonita, tan femenina, leyendo un libro donde un día apareceré yo; ahí se ha quedado mi atrevimiento y me voy con la timidez, con todas las palabras nunca dichas, sin sentarme a su lado, sin…
¡Un momento! Ahora mismo voy otra vez a pedirle que me devuelva mi valentía.
(Inspirado en la viñeta del gran Quino)
14 octubre 2012
Apetencias
Me apetece llegar antes del pasado, sentarme en esa mesa con los pies en la silla y descorchar el champán por cada error cometido.
Me apetece ser el capitán de lo que hago, el libertador de lo que pienso y el notario de lo que digo.
Me apetece abrazar sin pensamiento y sin pensamiento levantarme despojado de recuerdos que engañan a la mañana.
Me apetece dormir en la realidad, aparcar en el próximo meteorito, beber del agua que nunca hay que decir, pasear al aire mis canas.
Me apetece tirar la piedra y enseñar bien mi mano, hacer lo que sé hacer y comprometerme con mis compromisos.
No me apetece comunicar con palabras lo que nunca se ha escrito.
No me apetece fingir para agradar a fingidos ni vender un trocito de mi claridad para ascender al pozo de billetes mal conseguidos.
No apetecen medias naranjas ni dejar nada a medias sino beber zumos, conocer su acidez y disfrutar de sus jugos.
No me apetece ser patriota ni fiel ni miembro ni tampoco socio, partidario o militante ni mucho menos fan, aspirante ni quiero.
No me apetece dejar de hacer lo que me apetece y sé hacer incluso sin haberme apetecido.
Me apetece apetecer para sentirme vivo.
Me apetece vivir para apetecer las cosas que digo.
02 octubre 2012
Sociedad neurótica
No sé hasta donde llegará el ansia de que todo esté perfecto, impoluto. Ya de primeras, cuando eres niño, va y te prohíben suspender, fallar; es como si a una mosca le prohibieran darse un coscorrón con un cristal, la muy torpe. Así pues, ya mayores, reprimen sus insuficiencias y se juntan solo con notables en busca de sobresalientes. Algunos sobresalen tanto que acaban con tranquimazin como amigo más tranquilo.
En estos tiempos hay que programarles bien. Ya no pueden jugar a indios y vaqueros, no vaya a ser que de mayores no respeten las minorías, aparte de que pueden despertarse deseos de comprar armas. ¿Y dónde están las vaqueras e indias? A ver si encima va a ser un juego excluyente.
Hay pruebas de ingreso en colegios, piscinas, talleres, teatros, equipos deportivos… a este paso harán exámenes de ingreso para sentarse en el caballito del tiovivo a riesgo de que sus carencias le hagan tener un mareo. No vale con ser suficiente, aparte de reprimir las insuficiencias hay que ser al menos algo notable para acceder a los grupos que te “normalizan”
Por otro lado, hay que tener cuidado con que los niños se traumen. Así pues, a la exigencia en una dirección y solo una, se le une el pasotismo en las otras direcciones.
Así está prohibido que vean la enfermedad del abuelo, pobrecico el niño, no debe ver cosas tan raras como enfermos, moribundos… debe disfrutar. No se le puede levantar la voz no vaya a ser que de mayor el psicoanálisis revele que ha perdido el trabajo por culpa de que su madre un día le gritó y le quitó el chupete antes de tiempo. Llegamos entonces al punto que le echan del trabajo, porque a falta de chupete lo único que hacía era tocarse los huevos y su madre denuncia a la empresa por estresar a su hijo que siempre superó con nota todos los exámenes de ingreso.
Por último, para normalizar al ejército de personitas sin futuro, se les enseña a identificarse para no ser como el raro de la clase y así de mayores eligen zurda o diestra de ideas creyendo que están haciendo algo muy importante apoyando al pelota de la clase que por fin ha llegado a líder del partido.
Entre exigencias para normalizar y esconder lo incómodo, lo molesto… va pasando la vida en una irrealidad que hace que esta sea una sociedad neurótica, sin futuro y enferma. El ser ha perdido la guerra con la apariencia.
06 septiembre 2012
Inspiración pasajera
Ya viene la inspiración,
tan fugaz y pasajera que,
llegados a este verso,
se marcha con las letras,
la rima y el final.
17 julio 2012
Preguntas
¿Me he puesto a pensar porque algo me ha dado miedo o algo me ha dado miedo porque me he puesto a pensar?
¿He ingresado en ese grupo para no estar solo o estoy solo porque he ingresado en ese grupo?
¿Tengo esta determinada ideología porque me llena de verdad o creo en ella porque si no me identifico con algo me siento vacío?
¿Vivo mi propia vida o la vida que los demás (cultura, familia, sociedad…) esperan de mí?
¿Me siento culpable por lo que ha pasado o para no seguir afrontando la realidad?
¿He sido solidario para que vean que lo soy o lo que soy no hace falta demostrarlo?
¿Adónde fue la oscuridad cuando entró en la habitación la luz?
¿Sufro mentalmente por lo que pasó o por dirigir la atención al recuerdo de lo que pasó?
¿Vivo la realidad o la realidad programada por mi cultura y condicionamiento?
¿Estamos destrozando el mundo porque progresamos o progresaremos cuando no destrocemos el mundo?
¿No nos cuestionamos por orgullo o por miedo a conocer la verdad?
¿Haremos preguntas o seguiremos atrapados en el atractivo de las inmovilistas y dogmáticas respuestas?
24 abril 2012
Permiso para fallar
Hacer las cosas mal es muy interesante. Por un lado sales de la dinámica absolutista y dictatorial de la semilla implantada en los cerebros de buscar lo perfecto; por otro lado no hay manera más rápida de aprender que cuando las cosas salen mal sin sentir culpa por ello.
El placer de no ser aprobado por todos, sacar un cuatro coma cinco en el examen de lo socialmente correcto, elegir qué quiero en lugar de querer lo que elijan por ti, reír solo cuando tienes ganas y buscar las ganas de reír.
La tranquilidad de no agradar a todos, conseguir no lograr lo que uno se propone y proponer nuevas cosas disfrutando mientras las propones, divorciarse de lo previsible, pensar en la mujer del vecino sin confesarse después, confesar el amor por la persona que tienes al lado, huir de lo eterno, comerte el instante con patatas, hacer excepciones excepcionales.
Huir de los “te quieros” y hacer por querer, vivir tu vida pese a las vidas que te indican cómo vivir, dejar de controlar todo para que todo no te controle a ti, bailar sin pensar si lo haces bien, no dar nunca el cien por cien (¡Por dios, qué cansancio!), abrir la puerta a las dudas, cuestionar lo que te enseñan y cuestionar lo que tu mismo crees.
Hablar bien de ti mismo huyendo de la palabra humildad, escaparte a toda leche de la política y de todo grupo ideológico que busque tu cerebro, tener pelotas para no hacer la pelota, no intentar caer bien a la familia de tu novia, saber que tu novia no es tuya y sobre todo que no eres suyo.
Darte permiso para fallar, que entre por un oído y salga por el otro todo halago y toda crítica, no buscar destacar, destacar lo que buscas, disfrutar de lo que haces dando una patada a la palabra resultado, resucitar cada día sin elegir pensamientos pasados, disfrutar sin más, no dar vueltas a la realidad, atreverse a pensar, decir y hacer por uno mismo. Vivir coherentemente… ¿Es posible?
17 abril 2012
Cruzando puentes
Unos arriesgan su vida para aprender, otros se quejan de que la vida es un riesgo.
Algunos cruzan puentes, otros se quedan en la orilla.
Muchos relatan sus buenas intenciones, unos pocos las llevan a cabo.
Valiente es el que cruza sus puentes pese al miedo.
Niños yendo a la escuela en Indonesia
02 marzo 2012
Aspirante a mediocre
El origen de la palabra mediocre vine del latín medicocris (medio, común, intermedio) Ocris significa montaña o peñasco. El que se queda a mitad de la montaña. Ahora se usa de modo despectivo pero qué hay mejor que disfrutar del camino, del paso, sin la palabra cima en la mochila.
Ser mediocre es difícil pues desde bien pequeñito te enseñan que hay que sobresalir (de ahí creo que vienen los coscorrones, de tanto asomar la cabeza) También te enseñan que, pese a que eres feliz en un determinado momento de tu vida, merece la pena el sacrificio de intentar ser mejor de lo que eres. Es decir, que una abeja no esté contenta consigo misma, no sea ella sino que produzca una miel de mejor calidad; es decir: abandona la perfección de la naturalidad y haz lo posible por destacar.
Las oposiciones a mediocre son las más difíciles en la medida que el opositor tiene que oponerse a ser diferente de lo que es. Cuando la imagen es más importante que tu propia realidad, hay que generar un desgaste tremendo para mantenerla y eliminar la imagen para ser lo que uno es requiere mucho atrevimiento, vamos, un par.
Que lo que hagas te defina resulta difícil, es más fácil intentar convencer a los demás que eres lo que dices que eres, no lo que haces. Así, los aspirantes a mediocres, que aspiran a alejarse de las imágenes, a evitar la necesidad de aprobación, de sobresalir… tienen la ardua tarea de ser equilibrados, medios, valientes.
Si la tensas demasiado, la cuerda se rompe, si la aflojas en exceso, no suena la guitarra.
Dirige tu orquesta siempre en armonía, instálate en el medio.
20 enero 2012
Con un poco de azúcar...
Mete cualquier emoción en la lavadora del pensamiento, razónala, dale vueltas, centrifuga y saldrá arrugada. La emoción no se piensa, lo que se piensa se alarga en el tiempo. Lo que resiste acaba rompiéndose, lo que controlas te controla, de lo que huyes te persigue.
La realidad no se piensa, se vive, relacionándote, colaborando, moviendo el cuerpo, probando, siendo útil, de todos los verbos elige el gerundio, hablando, tocando, queriendo, queriéndote, con un par, levantándote, saliendo de casa, escuchando a los pájaros, contando historias, jugando, atendiendo, aceptando el placer y también aquellas cosas que no se pueden cambiar; empieza nuevos hábitos, no me digas que no tienes tiempo; tú eliges, nadie por ti lo hará.…
Con un poco de ese azúcar… las farmacias se echarían a temblar.
11 enero 2012
De parejas, parejudos, novios y parientes
La pareja se compone de par (igual) y el sufijo despectivo eja. Algo así como igualejos, parecidejos. Atribuido a las relaciones de amor o parejudos, empieza el lío. ¿Nos juntamos por necesidad más que por amor, por miedo a la soledad, por amor verdadero? Cada uno sabe en su fuero interno la razón pero creo que la receta perfecta, siendo realistas (y ser realista es ver que necesidad siempre hay un poco), la relación perfecta se da cuando el tanto por cien de amor supera al de necesidad.
A veces, en España se usa popularmente entre los hombres el término parienta. La verdad que no es nada desacertado en muchas parejas que se ven por ahí, no en todas, solo que, quizá por machismo se olvida que también funciona al contrario, pariente. Muchas parejas con los años pasan de ser novios a parientes, de ilusionarse cuando entra por la puerta el amor de tu vida a tener el derecho de gritar y evitarse, unos auténticos parientes que no sé yo por qué hay que aguantar; se supone que a la familia no la eliges pero sí a los amigos y la pareja. ¿Por qué esa manía de dejar de ser novios para convertirse en marido y mujer? Abogo por novios, mucho mejor que ese proyecto de “parientes”
Los celos también cobran un protagonismo particular. El miedo a ser desposeído de la relación que tengo no es amor. Es miedo, punto. Es señal de poca autoestima, sin mi pareja ¿Qué soy? ¿Qué me queda? ¿Hay otros-as mejor que yo? Si dejas de pertenecerme, de entretenerme… te odio. ¿Eso es amor?
El espacio y respiro entre las parejas es fundamental así como ver la realidad, una de las cosas más difíciles de ver, quizá por miedo.
Ser parejos no es lo mismo que ser pareja o parejudos que diría la etimología arriba mencionada. Quizá la solución esté en amarse y aceptarse lo suficiente a uno mismo y así estar preparado para compartir la vida con otros sin depender ni apegarse tanto a ellos, con amor, y el amor es libertad.
09 enero 2012
Las leyes del optimismo
Realismo
En las tormentas ser un junco, flexible a las sacudidas, adaptado al viento y erguido cuando pasa.
Equilibrio
Si no tensas no suena la música, si tensas demasiado se rompe la cuerda.
Adaptación
Todo cambia menos el cambio; el ave flotando entre las corrientes de aire, el río que sigue a cada instante. Lo que no se mueve caduca.
Presente
La cantidad de tiempo dirigido a pensar en lo que ya no está, en lo que debería, en lo que será, los “y si…” es equivalente al mundo ilusorio que te quita la energía de la verdad.
Obras
Solo existe lo que haces, lo que dices todavía no lo veo. Sembrar posibilidades a cosechar y no esperar al mejor momento pues puede que no estés, el mejor momento es ahora.
Libertad
Ni rastro de lo que esperan de ti; el pensamiento no manda, tú diriges lo que pensar; el abandono de las explicaciones cuando disfrutas; tirando la carga del pasado, el condicionamiento con que has sido programado; la libertad del instante.
Autoestima
No hay mayor estima por uno mismo que ayudar a los demás mientras se aceptan las limitaciones y no se rechaza lo humano.
Sonreír
Buscando los motivos para ello
Sin espera
La esperanza inmoviliza, ponte a ello disfrutando del camino independientemente si llega o no la meta. La meta es el camino.
Optimismo es optimizar por ti mismo (Pi)
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