El Capitán Trueno tiene miedo de
las tormentas y es que son muchos años dando el callo, espada en mano, luchando
porque Sigrid cobrara como todos los hombres cuando dirige su oficina. Esas
oficinas donde molestan las Valquirias y se prefieren Barbies o Nancis sin afán
de protesta.
Mambrú todavía no ha vuelto de la
guerra ni sabemos cuándo volverá. Qué dolor ver niños de la edad de Zipi y Zape
con armas por diferencias étnicas, qué dolor que Heidi se quede sin infancia
por la ideología, qué pena que Marco no encuentre a su madre por la religión…
Carpanta sigue pasando hambre
vitalicio mientras los vitalicios diputados pasan a su lado sin renunciar a
tales privilegios ni como ejemplo ni como vergüenza.
Los hijos de los Picapiedra no
pueden acceder a la Universidad pues a Vilma el banco le cerró la puerta.
El Santo Jonás por fin pierde la
paciencia y sale de la barriga de Moby Dick para señalar lo que pasará si nadie
reacciona y desaparecen no solo las ballenas.
El Libro de la Selva deja de
editarse por falta de árboles y flores donde la Abeja Maya pueda revolotear.
Wendy manda a paseo a todo Peter
Pan que se le aparezca en la vida, harta de aguantar a inmaduros con promesas
que solo cumplen en “nunca jamás”
Popeye pierde fuerza al comer
espinacas importadas transgénicas y Tarzán no encuentra a los elefantes.
Los Tres Cerditos se han quedado
sin casas que construir si es que queda alguna casa que sea de alguien.
Todos ellos y muchos más se han
reunido para tomar medidas y hacer de las tristezas humo como dice la canción.
2 comentarios:
No me canso de leerlo y ver el video. Me gusta.
A mí también, lo leo a todas horas. Y me lo he pasado al kindle
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