No está bien ocultar la propia ignorancia, sino
descubrirla y ponerle remedio(Heráclito)
¿Para qué impartir filosofía en
las escuelas? Es absurdo. Para empezar, esta asignatura te puede hacer pensar
por ti mismo. Cosa realmente inútil en esta sociedad donde triunfarás con el
pensamiento colectivo, trepando o trabajando bien las apariencias. (Todo el mundo ve lo que aparentas ser,
pocos experimentan lo que realmente eres-Maquiavelo)
Si te enseñan a cuestionar por
cualquier método de razonamiento, puedes aislarte de lo “normal”, de la moda.
La búsqueda de la lógica queda en segundo plano cuando puedes justificar actos
irracionales si estos son aceptados por la población. ¿Para qué cuestionar los
diversos poderes económicos, ideológicos, religiosos…? E incluso… ¿Para qué
cuestionarse a sí mismo? (Frecuentemente hay más que aprender de las
preguntas inesperadas de un niño que de los discursos de un hombre-John Locke)
Si se sigue con esta manía de
enseñar filosofía en las escuelas, podemos tener individuos que planteen nuevos
razonamientos y que hagan preguntas. ¿Qué te impide cambiar? ¿Las palabras son
la realidad? ¿Por qué creo en lo que creo? ¿Estoy condicionado? ¿Lo normal es
siempre lo correcto? (Nunca moriría por mis creencias porque podría estar
equivocado-Bertrand Russell)
Enseñando filosofía se puede
llegar a formar individuos plastas y raros que hagan preguntas que fastidien el
“statu quo” de respuestas y
resultados que es mejor no cuestionar. (A veces, la gente no quiere escuchar la
verdad porque no quieren que se destruyan sus ilusiones.-Friedrich Nietzsche)
Así que muy bien. Quiten la
filosofía, señores políticos. No vaya a ser que un día haya preguntas incómodas
que abordar. Quiten la filosofía e introduzcan más pantallas a las cuales
mirar. Quiten la filosofía e inventen modas entretenidas que nos hagan olvidar.
Quiten la filosofía pero que no quiten votos por filosofar…
Donde hay educación no hay distinción de clases.(Confucio)
2 comentarios:
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Muy buena reflexión.
Ojalá los señores políticos se hagan algunas de estas preguntas.
Y si "1984" no fue sólo una novela, sino una temible premonición
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