29 abril 2016

Dicen...

Salí del dentista con la boca anestesiada
y me tuve que tragar las palabras.

El padre Arturo al terminar la misa
solía decir:
No vayáis con Dios
que el próximo domingo
os quiero a todos aquí.

Las armas dicen barbaridades
y la vergüenza calla.

Lo más importante que decir
ocurre justo después de compartir
el silencio entre las sábanas.

El perro de la casa
les sorprende haciendo el amor:
¡Guau!

La viejecita Aurora
solía decir:
Mi Antonio me hizo feliz,
cuando por fin se fue con otra
y apareció mi José luís.

El vendimiador después
de la jornada
se reúne con la familia
y el vino habla.

La religión grita en la pobreza
más que en los templos
más que en las rodillas
más que en las palabras.

La orquesta es dirigida
por alguien que lo dice todo
sin decir nada.

Tiene 12 años
Le gusta Laura
Se acerca con rubor:
Ho, la, lau, lau, ra

En los mítines
dicen muchísimas cosas
que no dicen nada.

Cuando habla la vida
las palabras callan.

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