1) REALISMO. Si no pisas los charcos y no ves la mierda no verás una
mierda.
2) SIN MÍ. Si no abandonas el yo, mí, me, conmigo y superas la lección de
“mi mamá me mima” todo será una constante preocupación contigo.
3) HACIENDO. Si pasas debajo de una escalera quiere decir que estaba allí,
si pides un deseo a una estrella fugaz, a ésta le importa un carajo y si te
encuentras un trébol de cuatro hojas quiere decir que no tiene tres. Mejor ponte
a vivir.
4) ATESTIGUAR. No eres pensamiento. Tienes pensamientos. No eres lo que
observas, sino el que observa, el testigo. Así pues, observa tu máscara construida
a base de miedos. No hagas teatro fuera del teatro.
5) DESAPEGO. Lo que posees te puede poseer. La felicidad de los demás no
depende de ti. Aunque hagas oposiciones a santo y las apruebes serás esclavo de
tu santidad.
6) MEDITACIÓN. Date cuenta de la inatención. A veces te sientas a meditar
buscando la armonía mientras la armonía pasa con su tipazo delante de ti. Meditar
es darse cuenta, atender más allá del insignificante “yo”
7) LIBERTAD. ¿A qué me resisto? ¿De qué huyo? ¿Qué evito? ¿Soy un tigre y
me comporto como un ratón? ¿Lo “normal” es lo correcto? ¿Cómo es “a mi manera? ¿Dejo
el seguidismo? ¿Acaso debo pertenecer a algo? ¿Qué es la originalidad? ¿Compartimos
nuestra libertad?