Cuando dices “yo” ¿A qué te estás refiriendo? A la memoria acumulada
durante toda tu vida; quizá a ese personaje que ha ido viviendo conforme a lo
que la familia, educación y sociedad esperaban de ti; a tu cuerpo cambiante; a la
imagen que tienes de ti; a la impostura de la máscara que te protege; o quizá a
las ideologías y creencias con las que te identificas para pertenecer a algo.
Quizá y solo quizá, ese “yo” está muy condicionado. Quizá seamos las personas
que se dan cuenta de ese “yo”, las personas incondicionadas y libres que se dan
cuenta del engaño. Sin seguidismo ni identificación. Como la pantalla de cine en
la que se proyectan imágenes y siempre es la pantalla, como la electricidad que
se manifiesta en la bombilla, pero no es la bombilla, como la libertad que no
se puede encerrar en ningún templo, ideología o creencia.
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