Escoges tus propios pasos o permites que la presión social dictamine tu camino ¿Actúas por cuenta propia o por lo que esperan los demás de ti? ¿Utilizas el pensamiento o te utiliza a ti?
En cada decisión, en cada acontecimiento, existe la oportunidad de ser coherente contigo mismo o sucumbir a las expectativas del entorno. La libertad reside en aceptar las consecuencias de todo lo que ocurre sin evitarlas y en ser conscientes de quién dirige la mente.
No
permitas que el ruido exterior apague tu voz interior. Escucha tus ambiciones,
persigue tus sueños (o más bien, permite que te alcancen) y vive de acuerdo con
tu propia ética. Esa es la naturaleza de la autenticidad. Darse cuenta de si estoy
pensando por mí mismo o están pensando por mí. ¿Y quién piensa por mí? El
pasado, las ganas de encajar, los miedos o la presión social. Debemos tomar las
riendas de nuestras vidas y navegar hacia nuestro propio universo, sin dar
demasiadas vueltas ni dejar que otros dicten nuestro rumbo.
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