El Padre Antonio
aparta cuatro moscas
que habían ido a suicidarse
a un charco pegajoso
de cerveza.
Pasa la mañana
mirando
las gaviotas, a la
Puri,
que llega sobre las
once
con su minifalda de cuero;
y a las parejas de
novios
que vienen a hacerse
una foto
junto al mar sin saber
que les ahogará
el tiempo.
El Padre Antonio
dejó
los hábitos por el
hábito
de vivir el momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario