Bajé
las escaleras de la vida, al escenario de la calle, donde el mundo desplegaba
su incesante espectáculo. El increíble hombre de las prisas arrastrado por un
collar y su perro, dos estudiantes con cara de estudiantes, el solitario y su
sombrero, un canario callejero trinando su libertad, jubilados en busca de
jubilación, el político y sus votantes, la religión del ateo; también estaban
el solidario que presume de solidario, las cuerdas locas de la guitarra, la
sinceridad por las alcantarillas y el párroco y su deseo. Pero lo más
impresionante es que me he visto pasar a mí mismo, junto a las hojas al viento.
03 octubre 2023
Cine callejero
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