18 agosto 2023

Moda y modales

Uno de los síntomas de la decadencia actual es la moda. Mientras la moda nos convierte en invisibles, la estupidez se pasea por ahí como una supermodelo de alta costura. Es como si la individualidad se hubiera esfumado en una neblina de imitación. Ahora se llevan relojes para no mirar la hora, y los cortes en la ceja, ¡claro! Porque todos sabemos que cuando buscas destacar, la ceja es el lugar al que debes apuntar. ¡Una forma segura de mostrar que eres... eh, algo!, posicionamiento ideológico como identidad personal, los mismos cortes de pelo para adolescentes como soldados de un ejército de clones capilares ¡Marchando hacia la peluquería!

Hablar y no hacer, mentir verdades, vivir mentiras, retos virales…  Cuanto más nos zambullimos en la moda, menos modales quedan flotando en el aire. Menos ser humano, menos autenticidad, todo se va por el desagüe de la conformidad.

La moda es esa herramienta mágica que moldea nuestras mentes y nuestros guardarropas al ritmo de la estupidez que se vende al por mayor, ¡dos por uno, ganga del día! El ser humano, ese ser maravilloso que solía tener opiniones y personalidad, ahora parece que se ha esfumado detrás de las cortinas de la última tendencia.



Un tigre es un tigre

Aunque le llegue el agua al cuello un tigre es un tigre ¿Quién eres tú cuando te llega el agua al tobillo? No te tortures pensando en impresionar a los demás; tu valor no es un inventario, es una experiencia. Tu valía radica en el ser, no en el tener. Para ser hay que mirar adentro y dejar la máscara; sí esa máscara que queremos que complazcan. El miedo es a mostrarnos tal y como somos pues aprendimos a complacer para mendigar atención. Pensamos que, siendo libres, es decir, mostrando lo que somos, nos rechazarán. ¡Tenemos miedo a ser libres! Preferimos la conocida enfermedad, la huida, la falsa seguridad. 

Entonces, es el momento de desterrar la vergüenza, mandar al exilio el control, y decirle adiós a la aprobación ajena. ¡Ah, y la búsqueda desesperada de la felicidad prestada también puede irse a pasear! ¿Y adivina qué? Una vez que mandes a todos esos invitados no deseados a dar una vuelta, finalmente entenderás quién te comprende sin necesidad de un manual de instrucciones.

Nos encontramos en la versión de la realidad que decidimos aceptar, pero rara vez nos aventuramos al territorio salvaje y auténtico de la realidad misma. Un tigre es un tigre en cualquier situación. No te escondas.

12 agosto 2023

Desenredando la mente

¿Te has dado cuenta de que la gran mayoría de tus pensamientos, como el 90% de ellos, son como invitados no deseados en una fiesta en tu cabeza? Son como esos tipos que se cuelan en una película sin pagar la entrada. Son recuerdos del pasado, miedos que vienen a tocar la puerta, y ruidos sensoriales que te gritan cosas que ya has escuchado antes. Pero, ¿sabes qué? No deberías darles tanto crédito, porque son como vendedores ambulantes que intentan venderte algo que ni siquiera necesitas.

Lo que realmente importa es aferrarte a la persona dentro de ti que está sentado en la butaca (el observador), mirando esa película mental con un recipiente de palomitas. Esa persona es la que se da cuenta de que los pensamientos vienen y van, pero ninguno define quién eres. A menos que decidas darles el poder de dirigir la película, como si fueran verdades absolutas, y luego terminas atrapado en un enredo de excusas que te alejan de la realidad. Construirás una realidad basada en la credibilidad de los pensamientos a los que prestas atención.

Cuando empieces a restarle importancia a esos pensamientos invasores, podrás enfocarte en las cosas que tienes aquí y ahora, en lugar de obsesionarte por lo que te hace falta. Construirás en vez de destruir. Pondrás atención en lo que está pasando en la pantalla en este momento, en lugar de maldecir lo que quisieras que estuviera pasando o lo que debería estar pasando.

Si estás buscando que las cosas cambien, tienes que empezar por aceptar lo que está pasando ahora mismo. Luego, échale un vistazo a tu mente y observa qué está pasando por ahí. Y al final del día, recuerda que tú eres mucho más grande que cualquier construcción mental. Así que suelta esas etiquetas que te pones a ti mismo y simplemente vive, porque la película sigue rodando y tú puedes ser el director si aceptas la realidad y aprendes a dirigir tu atención.



10 agosto 2023

CONSUMIÉNDONOS

El consumo te consume hasta el último bolsillo virtual. Prepárate para admirar cómo con astucia se estudian tus inclinaciones derrochadoras, porque nunca se sabe, podrían ser demasiado razonables y moderadas. El consumo te hace desear más de lo que necesitas y anula la creatividad de estar en paz con lo que tienes. ¿Quién la necesita cuando puedes gastar tu dinero en cosas que ni siquiera sabías que querías? Porque, sinceramente, ¿quién tiene tiempo para la paz mental cuando hay ventas de liquidación en todas partes?

Y mientras hablamos de consumir, ¿por qué detenerse en los objetos inanimados? El consumismo no se contenta con menos: ríos son devorados, pieles de animales son arrebatadas y hasta traga plantas y polen como si fueran tapas de un bar. Ni siquiera los cerebros se salvan, convirtiéndose en terreno fértil para la proliferación de deseos consumistas desenfrenados.

Así que sí, mientras las águilas se deleitan con ratones y cambian sus plumas como si fueran modelos de pasarela, mientras las cebras saborean la hierba como si fuera un manjar de cinco estrellas, y hasta los monos se regodean en la simpleza de un plátano, nosotros, los sapiens, destacamos con nuestra maestría en el arte de la estupidez consumista. Así que aquí estamos, en la cúspide de la evolución. Como decía Groucho: “Partiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cotas de la miseria"




08 agosto 2023

Corrientes y corrientes

Un salmón no se pregunta

qué carajo hace 

nadando contracorriente.

Ni sabe qué hay más allá del océano

ni le preocupa la vertiente.

 

Los cobardes evitan la corriente

o se convierten en corrientes

Tan corrientes que se ahogan

gritando sus razones

Pero por la boca muere el pez

 

Un salmón no se pregunta

de dónde viene ese plástico

Sigue su rumbo

entre basura, decadencia

El mundo tan drástico

 

Los cobardes fingen ser valientes

alzan la voz y bajan la cabeza

bucean entre mentiras

para no mirar de frente

El plástico y la basura

que se origina en su mente

 

Un salmón nada contra corriente

El humano escapa

Acojonado

Y durmiente.





04 agosto 2023

Clamor por la mediocridad

Elogiamos la mediocridad como si fuera una divinidad a la que debemos venerar y mostrar respeto. Porque, sinceramente, ¿quién necesita la molestia de enfrentarse a la realidad cuando puedes tener un pase VIP al país de las ilusiones? Escapar y excusarse, incluso culparse, es más cómodo. Mientras la cobardía deambula sin restricciones, la valentía se retira a llorar en un rincón apartado. Valores como la apariencia y el parloteo han sido elevados al pedestal, relegando a los hechos al olvido.

Y ojo, que ahora leer se ha convertido en un deporte extremo: resumir un libro entero en un par de oraciones es el nuevo maratón olímpico. ¿Quién necesita el lujo de leer un libro completo cuando podemos resumirlo en el tiempo que se tarda en calentar una bolsa de palomitas? Dame un vídeo de youtube de tres minutos, un eslogan, un resumen que no requiera esfuerzo, dame de esa droga, sí, de esa que estoy acostumbrado, de la que me lo hace todo rápido y sin esfuerzo.

La búsqueda insaciable de aprobación nos encadena al culto de la mediocridad, donde las masas trazan el sendero que seguimos como sectas. El mérito, esa antigua reliquia, es arrojado a la pila de "cosas que solíamos valorar", mientras el éxito es reducido a un único componente: el dinero. Se agita el miedo a encarar la cruda realidad, y en esta danza macabra, la esencia de nuestra humanidad se desvanece.

Y entonces, ¿qué hacer con la realidad? ¡Ah, sí, escondámosla debajo de la alfombra y crucemos los dedos para que nadie la note! La cruda verdad se convierte en esa visita incómoda que todos tratamos de evitar, como un vendedor de seguros en una fiesta. Necesitamos personas intrépidas, aquellas que desafíen sin titubear la cruda realidad de los hechos, sin distraerse por las vestiduras engañosas que los adornan, tejidas con hilos de palabras huecas. Hacen falta vacunas de realidad, porque estamos en un coma autoinducido de selfies, postureo y seguidismo masivo.  Es hora de enfrentar el espejo sin maquillaje, sin filtros ni retoques. Sí, los números duelen, las enfermedades mentales se multiplican como el polen en primavera, y nuestra cordura parece más frágil que un castillo de naipes en un huracán.

La inversión no está en las criptomonedas de la fantasía, sino en la salud mental, en el pensamiento crítico y en el valor de abrazar la realidad con todas sus arrugas y defectos. No hay tiempo para cuentos de hadas ni fabricación masiva de unicornios rosados cuando la realidad te mira de frente.




01 agosto 2023

Desnaturalizando

En medio de este caótico mundo de las prisas que es la vida moderna, nos hallamos ciegos ante el lento marchitar de nuestro entorno, un trágico desvanecimiento que susurra desde los ríos envenenados hasta las frondosas arboledas. Asistimos al increíble espectáculo de la estupidez ambiental. ¿Quién necesita aire limpio cuando podemos llenar nuestros pulmones con la dulce fragancia del progreso?

¿Cómo es posible que, en este frenético devenir, nos hayamos convertido en meros espectadores de la destrucción de la Tierra? En primera fila, casi con palomitas transgénicas asistiendo a la destrucción. Los osos polares caminan desorientados sobre un hielo cada vez más endeble, su hogar milenario ahora convertido en un frágil abismo.  Van en busca de un trozo de hielo que se va a convertir en paquete de plástico flotante.

Sin embargo, la distracción es nuestra especialidad. ¿Por qué preocuparnos por el cambio climático cuando tenemos teléfonos inteligentes, política y redes sociales para mantenernos ocupados?

El caos y la estupidez son nuestros fieles compañeros de baile mientras avanzamos hacia un mundo cada vez más exremo. ¿Extinción masiva? ¡No importa, aún podemos ver videos de gatitos en Internet!

Pero no hay que temer, porque siempre hay soluciones brillantes a nuestros problemas creados por nosotros mismos. Nuestros líderes, que son tan brillantes como bombillas fundidas, nos aseguran que las promesas de reducción de emisiones y acciones climáticas efectivas son tan sólidas como un castillo de naipes en un tornado.

Es hora de detenernos y volver a conectar con nuestra esencia, con esa parte de nosotros que todavía late en sincronía con el ritmo de la naturaleza. Debemos romper las cadenas de la indiferencia para encontrar la paz en lo sencillo, como los antiguos sabios que se deleitaban con la belleza de un atardecer o la melodía de un arroyo.

El mundo de las prisas puede esperar, pero la lenta agonía del entorno no puede soportar más demoras. La hora de actuar es ahora.