06 diciembre 2018

La constitución de Schrödinger

La probabilidad de que el gato de Schorödinger esté vivo o muerto es del 50% en ambos casos y la única forma de averiguar qué ha ocurrido es abriendo la caja. Schrödinger afirmaba que, hasta el momento en que la caja se abriese, el gato estaría “vivo y muerto al mismo tiempo”
Con la constitución se nos plantea el mismo dilema cuántico. Por ejemplo:
Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos.
Una vez leído, uno se pregunta si la constitución son un conjunto de normas en condicional (que estarían bien si se aplicaran) o en imperativo (impera que se cumplan) o quizá en futuro (las cosas de palacio… nunca)
Que no solo tengo derecho a vivienda por constitución (por ley de OBLIGADO cumplimiento) sino que además sea digna y para colmo adecuada. Por si fuera poco, por LEY se impedirá la especulación y (ahora viene el chiste final) la comunidad participará en las plusvalías. Toma ya. Está en la constitución por lo que el poder está OBLIGADO a cumplirlo.
Siempre me he imaginado un abogado de esos de película exigiendo el cumplimiento de este artículo 47 pues lo lógico es (sería) que el poder cumpla la constitución pues sino… ¿cómo va a cumplirla el ciudadano? Pero esos abogados están en la ficción (que es donde vivimos la sociedad como residencia habitual)
Si añadimos que un delincuente con recursos reúne más posibilidades para acortar su estancia en prisión, ¿No sería mejor poner por escrito una ley que reconozca la realidad y quitar los artículos que dan lugar a desconfiar? Porque si no, podemos empezar a pensar que aquí hay gato encerrado, que ni está vivo ni está muerto pero está.
Dicho esto, no puedo sino terminar con los anti-todo que aplaudirían cualquier crítica a la constitución. Dentro de fomentar el espíritu crítico, la vida es tonalidades y grises que no extremos (esa palabra que tan rápido se está poniendo de moda en este país) Afortunadamente hay constitución (que me permite criticarla, cosa que no podría en una dictadura) pero también hay palabras como desahucio que ponen en evidencia el incumplimiento de leyes que damos por hecho que es normal que no se cumplan.

26 noviembre 2018

Para suprimir las preocupaciones


1) No las suprimas. Si no hay preocupaciones seguramente estás muerto.
2) Normaliza. No luches contra lo inevitable ni busques seguridad. La vida no es segura.
3) Date cuenta. El exceso de preocupación viene del pensamiento.
4) Fluye. El pensamiento solo es pensamiento. Céntrate en lo que haces.
5) Atiende. Las cosas son como son. En otoño caen hojas y el ruiseñor trina.
6) Suelta. No te mientas, deja de fingir y suelta eso… sí, eso que sabes…
7) Expresa. Elige las palabras, haz que el día sea interesante pese a…
8) Ego. El “mí” es pasado, el muro que te impide vivir ahora. Pasa de tanto “mí”
9) Armonía. Promueve la alegría aceptando la tristeza, la vida aceptando la muerte…
10) Elije. Nadie elije por ti, no te escudes en otros ni pongas excusas.
11) Acepta. Vive con ello pero que “ello” no te impida vivir.
12) Ama. ¿Tienes miedo a amar? El amor se lleva al ego. Ese es el miedo.
13) Mueve. Tienes cuerpo: muévelo. Tienes mente: aprende, siempre aprende.
14) Ayuda. No rechaces el contacto, la vida es relación. Eres útil.
15) Crea. Sal del molde y usa tu imaginación. Jamás te compares.
16) Libera. Sal de ti. ¿Cómo? No te aferres a nada. No pertenezcas a nada.
17) Comunica. No te lo guardes y comparte. El beneficio común es el objetivo.
18) Silencio. Acepta el ruido y vendrá el silencio, solo así no le darás importancia.
19) Naturaleza. Es lo que eres. No te maltrates a ti mismo; siembra.
20) Consciencia. No te pienses, siéntete. Eres todo, eres la vida. Solo existe “ahora”


22 noviembre 2018

El pequeño GRAN comercio

Quizá sea porque nunca me gustaron las multitudes o porque me gusta una buena conversación (sin prisa) sobre el producto que consumo sin que el producto me consuma a mí con apabullante publicidad. No sé, o quizá por el valor que hay que echar en estos tiempos al abrir un pequeño (grande por dentro) comercio que lo equiparo a David sobre Goliath, la verdad de Clark Kent sobre la mentira de Superman o los enanitos currelas más allá de Blanca Nieves, que mantienen el bosque por trabajar. Quizá sea porque la calle invita a pasear, pero me gusta más el comercio callejero que el gran centro comercial. El kiosko donde caen copos de nieve mientras manos vestidas con guantes de invierno te entregan la prensa, alimentación con información de por medio y conversación de la procedencia de las verduras, zapaterías donde dar un paseo con tus zapatos por jubilar, todo lento, agradable, callejero…
Ya ni en época de elecciones se defiende el pequeño comercio, símbolo de clases medias que se extinguen ante el pasotismo del ciudadano que tiene prisa, mucha prisa. Prisa por comprar, por disfrutar ya, porque mis niños disfruten mucho en el centro comercial, tanto que no crezcan jamás, prisas por comer rápidamente mientras los enanitos de la familia son abducidos por las pantallas; prisa por ser felices, tanta prisa que la felicidad se queda detrás y llegamos a casa con bolsas y bolsas cargadas de ansiedad porque llegamos tarde y con prisas, más prisas sin saber donde llegar.

14 noviembre 2018

Censurando

Entre las censuras de la supuesta izquierda y la supuesta derecha (para mí no son reales estos términos, de ahí “supuesta”) no vamos a poder decir un cagüen… ni ver películas donde salga un personaje machista (del que aprender a no serlo) o algún tipo de violencia, ni leer novelas donde se digan tacos o se insulte a cualquier Dios de cualquier religión, ni escuchar a Wagner, en prácticamente todos los conciertos, jamás (porque era racista) ni Rigoletto de Verdi (La donna è mobile) ni decir en conferencias “a todos nos pasa” sin decir a la velocidad del rayo “y también a todas” ni poder expresar que las banderas te la… ni… ni…
En fin, que al final solo vamos a poder ver o interpretar a los Tres Cerditos, Heidi, Tarzán y el Patio de mi casa… aunque tampoco por el tema inmobiliario de las casitas, el bullying de la señorita Rotenmeier, un tío blanco en la selva como el héroe en África y la palabra “agachaditos” que puede fomentar poca autoestima en los niños.
¿Qué se puede escribir, componer o crear libremente que los señores políticos de las supuestas izquierdas y derechas permitan? Que nos hagan una lista por si acaso o que digan claramente que está prohibida la libre-expresión y la creatividad. Es otro modo de tener callada a la gente (y van por ahí los tiros, perdón por la palabra violenta “tiros”) alentar un miedo a expresarse no vaya a ser que digamos algo políticamente (nunca mejor dicho) incorrecto, nada guay o que no encaje.
La censura ha vuelto y ahora es global.


10 agosto 2018

Empareja(dos)

Para que funcione el amor en pareja hay que quitar el “para que” No hay objetivo, no hay plan, no hay “somos uno” aunque sí un nosotros. No se trata de ser “parientes” pues la familia no se elige. Se trata de navegar en un barco pirata, sin rumbo, al abordaje del momento presente. El amor en pareja es compartir el amor que sientes por ti mismo.
Si no hay dudas no es amor pues las dudas son el hilo con que se teje la relación, un descubrimiento, una incógnita que te apasiona. Donde no hay respeto hay miedo, mejor déjalo. Si es por miedo a la soledad quédate solo hasta que lo resuelvas, eso no es amor sino necesidad. Si vas pensando un “para siempre” mala señal pues se te escapa el eterno ahora. Si no hay cambios no es amor pues el amor es la vida y la vida es cambio. Como el agua dulce cuando desemboca en el mar salado hay que mezclarse, adaptarse y ceder ambos, pues si uno no cede no hay relación sino fango.
El amor en pareja es la suma de dos libertades o lo que es lo mismo, la experiencia libre de dos personas que no pueden dejar de encantarse. Es cuando Lady Mariam y Robin no se necesitan pero algo les dice que paseen por el bosque en un eterno instante.

03 agosto 2018

Nacido para nacer

Entré en los servicios de caballeros (curiosa expresión cuando hoy en día hay mucho hombre pero poco caballero) y escuché unos sollozos desesperados. Nunca lo olvidaré. Habíamos parado de camino a Tierra de Campos, yo tenía 14 años y mis padres me esperaban en la cafetería con mi hermana.
Mientras hacía mis necesidades (por qué se dirá necesidades, esa palabra puede abarcar hasta preparar oposiciones en el WC) en la puerta de al lado seguía el hombre llorando desconsoladamente. Pensé que a mí no me pasaría nunca eso de mayor (dícese un adolescente de 40 o más que hace cosas de mayores como “establecerse”, mentir mejor, creerse que ya es mayor y encajar en la sociedad que miente, se establece y se cree que ya es mayor)
Tenía que tirar de la cadena para que se fueran todos mis pensamientos por el retrete y me daba corte porque me iba a oír y saber que le estaban escuchando llorar de esa manera tan desgarradora.
Hubo una pausa cuando ya salí a los lavabos y entonces abrió la puerta. Se me ocurrió preguntarle con mi timidez de aquella época si se encontraba bien y jamás se me olvidará la respuesta, que anote luego en mi diario, que literalmente fue:
-Mira chaval, un día entenderás que llorar así es estar muy bien. La cabeza necesita expulsar por los ojos las cosas que no le gustan.
Se dio media vuelta y observé que en la chupa de cuero donde caían algunas greñas ya canosas (no sé por qué lo recuerdo con más autenticidad que el rapado lateral que se hacen ahora imitando a actores o millonarios futbolistas)  ponía en su espalda… “Nacido para nacer”
Jamás he visto un mensaje así y menos en una cazadora o cualquier otra prenda. No dije nada pero me dediqué a pensar en la respuesta y el significado del eslogan mientras llegábamos a Boadilla de Rioseco entre girasoles, campos infinitos y el cielo cayendo en la tierra.















20 junio 2018

Mitos de la felicidad...

Acéptate tal y como eres.
Esta gusta mucho, de hecho, cuando llegan a casa después de oír a un supuesto experto decir que hay que aceptarse como uno es, se refuerza la gilipollez en grado extremo. "Me han dicho que me acepte como soy así que si exagero pues exagero y te aguantas pues yo voy a ser feliz" En unos meses este tipo de aceptación lleva a consumo seguro de tranquilizantes (que tampoco harán feliz a largo plazo)
Sonríe aún sin ganas.
Esta es muy guay. Si no fuera porque a lo largo del año pasan cosas que requieren nuestra emoción inevitable, repito: inevitable, de tristeza para equilibrar emociones, sería fantástico. Así que cada vez veo más gente con caras extrañas haciendo muecas enseñando dientes supongo que para mover endorfinas pero su gestión de la tristeza no anda fina que digamos, llora joder, que no pasa nada, pero no te conviertas en un quejica, término medio.
No existen los problemas.
Esta la suelen decir los neogurús del siglo 21 y la gente se la cree. Así que cuando tienen problemas se inventan que no los tienen y el problema va creciendo hasta que de nuevo nos encontramos con la pastilla.
Hay que ser muy activo
En cuanto oyen esto se apuntan a tres cursillos por semana, doce fiestas al mes, el amante, la querida, maratón, karaoke y por supuesto el aumento de estrés lógico por empeñarte en ser activo. Toma una pizca de patxarán después de comer y echa una siesta que no eres imprescindible.
Evita gente tóxica
De esta ya he hablado muchas veces. Es una de las preferidas pues nadie piensa que uno mismo es tóxico a riesgo de evitarse a sí mismo y fomenta que “yo” soy de los buenos, especial y los demás son los que no tienen razón y andan por ahí molestando. Si es que hay cada uno… (que nunca soy yo)
Regálate tiempo.
Mejor olvídate del tiempo. Si sales de trabajar a las tantas a ver quién carajo va a venir con una cajita con su correspondiente lacito que lleva dentro tiempo. Tienes el tiempo que tienes, aprovecha y acepta, ya está, no des vueltas.

15 junio 2018

Ya está aquí el mundial

El deporte con más seguidores, llamados erróneamente aficionados pues son todo unos profesionales en alineaciones, tácticas y sobre todo árbitros.
Freud diría que el mundial de fútbol es la expresión fálica de un testículo rodando con el fin de entrar en ese útero en forma de portería que protege un  cancerbero con guantes profilácticos mientras el árbitro va con su pito por todo el campo. Luis Buñuel vería, sin embargo, el discreto encanto de la burguesía animando a billetes con patas persiguiendo ese oscuro objeto del deseo.
Se compone de once jugadores que es el símbolo del sodio con que se hace el desodorante que anunciarán después del partido y consiste en meter un gol más que el equipo rival. Para ello hay que recoger la frase del galés Vinnie Jones: “Ganar no es lo importante, siempre y cuando ganes”
El gol es algo así como tres orgasmos en un segundo si es del equipo que apoyas o la desesperación más absoluta que el cuadro El grito de Munch si es en contra.
Personalmente tuve un poco de contacto jugando de chaval (me gusta esta palabra, chaval, me suena a adolescente con desparpajo) pero me gustaba tanto regatear que acabé regateándome a mí mismo con otros sueños que llamaban a la puerta.
Muchos países participan en este evento, desde los antiguos vikingos representados esta vez por Islandia, Dinamarca y Suecia pasando por eslavos, aztecas, latinos, germanos… luchando por la copa que embriague a sus aficionados. Batallas más sanas que las guerras, aunque patrocinadas por un negocio que mueve el dinero suficiente para paliar guerras olvidadas pero muy presentes que hacen jugar sin zapatos a críos que sueñan con meter un gol con agua y comida suficiente para volver a jugar.
Como decía Galeano "El fútbol es la única religión que no tiene ateos"

21 mayo 2018

Navegantes sin nave


Tenía un barco que no navegaba, unos indios que no tenían montañas, un orangután que no rugía y un armario donde meterlos a todos juntos.
Cuando estaban dentro… los indios, arco en mano, asaltaban el barco donde el Dr. Livingston partía en busca del orangután perdido. Mis juguetes daban cuenta de lo que podía ser pero no de lo que era. Aunque Afrodita A se quitaba y ponía pechos “fuera” a su antojo y Mazinguer andaba obsesionado con el Doctor Infierno.
La cosa ha empeorado. Ahora todo está dentro de las pantallas. Apenas hay indios en USA, las montañas arden y los orangutanes están en peligro de extinción. La atención está secuestrada por barcos que no navegan y van cargados de egos que salvaguardar. Egos que requieren aplauso, imagen que cuidar, no basta con disfrutar ¡Se tienen que enterar como disfruto! Dependencia del halago, mentiras que tapar…
Los juegos reunidos son ante móviles, Geyperman y la Barbie andan por platós de tv, las canicas son balas que vender a países pobres, Robin Hood entró al parlamento donde ya no reparte…
Invocaré a las Lamiak a Odín y a Zeus, viajaré al recóndito Tibet en busca de Shangri La, buscaré en los bosques escoceses la tabla redonda y beberé del Santo Grial hasta que la mente descanse del ego hasta el infinito y más allá.

20 abril 2018

Cambios, palabras y realidades

Comparto momentos de la conferencia de Pamplona y agradezco el buen rato que me hicisteis pasar al poder comunicarnos. Así mismo reconocer la gran labor de ASORNA para ampliar la comunicación a todas las personas. Gracias:

06 marzo 2018

Paseo de fango y silencio...

Salí a dar un paseo para relajar la guerra civil que ocurría en mi cabeza (en ese momento cabezudo pensante) y en la acera sentí como un reguero de agua y barro proveniente de una maceta apostada en el segundo piso, mojaba mi pelo; e incluso las canas adquirieron un color tierra pegajoso que me rejuvenecía algo. Ya puestos seguí con el paseo en busca de tranquilidad pero una multitud de vampiros, la liga de la justicia, brujas y hasta Bob Esponja con toda su familia al completo, pasaron a mi lado echando confeti y no sé que más cosas blancas que cayeron en mi pegajoso pelo-maceta. Así descubrí que eran carnavales y mi aspecto ya se iba poniendo a la par del día.
Me alejé hasta el camino que va al riachuelo bien apartado de cualquier urbanización o síntoma de acoso carnavalesco y he aquí mi tercer encuentro con un jabalí en mi vida. Nos quedamos quietos mirándonos. El jabalí hacía movimientos como de tragar saliva, supongo que asustado al ver un humano con la cabeza llena de confeti, barro, goma-espuma y ni se sabe cuántos pensamientos. Recordé las instrucciones ante estos encuentros y me retiré lentamente de su camino mirando al horizonte, tan lentamente y tan mirando donde no debía que caí a una regadera y el jabalí salió embalado hacia donde me encontraba…
No, el pobre jabalí no resultó herido, ni me atacó, creo que le dio un ataque de risa, dio media vuelta y se lo fue a contar a sus amigos. La regadera sí me atacó, de tal modo que había una mezcla de fango, un olor asqueroso que salía de ese barro tan negro que se forma en los subsuelos y creo que interrumpí una reunión vecinal de bichos que supongo estaban dándose un banquete.
Así que volví de mi paseo relajante muy solo, que es lo que quería, pues cuando llegué a la urbanización, las personas se iban retirando a mi paso, supongo que por el olor, ya que por la pinta, iba de los más originales disfrazado de fango andante y recordándome una frase de Bukowski: No era mi día. Ni mi semana, ni mi mes, ni mi año. Ni mi vida ¡Maldita sea!
Pero al llegar a casa me di cuenta que un árbol había nacido de mi cabeza y había frutos creativos y había silencio.

22 enero 2018

Ella, sentada, leía

Me agarré fuerte al mástil
mientras íbamos a la deriva.
Ella, sentada, leía.
Luché con dos tiburones
mientras el barco se hundía
Ella, sentada, leía.
Achiqué agua por doquier
mientras torrencialmente llovía
Ella, sentada, leía.
Caímos por una cascada
mientras la barca se rompía
Ella, sentada, leía.
Ya  en la orilla exhausto
le pregunté qué leía
Tus hazañas, cariño, eso leía.

Resumen soporífero de las noticias del mes

Si compras una estelada en las rebajas atento a las actitudes machistas de algún dependiente o dienta, mientras subes la foto a instagram a la vez que ciudadanos dan a “me gusta” mucho más que el partido popular y no podemos culpar a Trump de todo lo que pase mientras messi mete un gol y belén esteban cobra medio millón al año a la vez que operación triunfo triunfa y el papa comunista es ignorado por el vaticano llegando emigrantes en pateras al primer mundo de consumidores de antidepresivos preparándose para ir a las olimpiadas de korea, donde temen a su vecino kim jong um que compara tamaño con Donald y alguien dice nosequé de la educación en Finlandia mientras un adolescente se estresa porque laura no comparte su foto y la cara sigue pegada al móvil y de pronto hay olimpiadas de cocineros y nuestra provincia es la mejor y ser independiente no es emanciparse y algunas veces nieva y por fin pasas unos días de noticias y te das un paseo por el bosque donde tirar tanto pensamiento que acaba en miento, igual sobrevives a tanta sobreinformación…